Poema del libro Costa sin mar e ilustración!!!!!










Miro esas películas con De Niro joven,
resultan más demoledoras que cualquier espejo.
Me percato de las horas desperdiciadas,
de la obsesiva gordura,
de la calvicie incipiente.
De Niro pasó de ser Travis
a esos personajes de ocasión:
policía, amante, maestro;
papeles que sólo requieren leer las líneas.
Debí hacer lo mismo:
cumplir con mi obligación de pater familia
y desmentir la felicidad de los otros cuerpos.
Como él, debí aceptar que lo más difícil
es hacer bien los papeles mediocres.


Aquí el proyecto Gus Ultramar


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