Adiós a… Alberto Ruíz-Gallardón Jiménez. El Último Gran Héroe de la Reserva Espiritual de Occidente.

Gallardón se quitó la careta de liberal progre, la de tío enrollado de portada del Zero, la de majorette de la cabalgata del Orgullo Gay y mostró su verdadero rostro de beato cuando le metió mano al aborto. Qué pena. Y es que no es lo mismo tener las responsabilidades pueblerinas de un alcalde que llevar las riendas de los grandes asuntos, los asuntos de Estado.

Y mucho menos de los Más Grandes Asuntos: los asuntos de los Derechos de los Ciudadanos.

La derecha social a veces se autoconvence de que no es tan carca como parece por lo que intenta cambiar su eterno discurso de prohibiciones y restricciones. Así que Gallardón se sacó de la manga lo de "el derecho a la maternidad de las mujeres", un derecho que, por cierto y según su Iglesia Católica, fue sustituido por castigo hace unos 6.000 años ("parirás a tus hijos con dolor", Génesis, 3:16). ¡Pero él nos lo vendió como un logro social por el que había luchar!.

Gallardón se puso el delantal de matrona para perseguir a todos "los malos" que no dejaban ser madres a las mujeres. Lo que NO dijo es quiénes eran los malos: ¿los hombres irresponsables?, ¿los empresarios?, ¿los abortistas?, ¿los padres que las visten como putas?, ¿la sociedad laica?, ¿el capitalismo?, ¿los sodomitas?, ¿el lobby de fabricantes de anticonceptivos?, ¿las chicas webcam que favorecen el onanismo en detrimento del misionero?, ¿las descargas ilegales?. Y no lo decía para no exponer el verdadero color de las plumas de su plumero.

Voy a recordarle a Gallardón dos cosas:

1.- Los abortistas no somos partidarios de que las mujeres aborten, solamente de que aborten si quieren.

2.- Hace muchos años que, con y sin Ley de aborto, con y sin plazos de aborto, muchas madres llevan renunciando a su maternidad (y hombres a su paternidad) porque con sus sueldos no llegan para dar de comer a más de un churumbel. 



Intermedio: Clases de Historia Gusana. Breve Historia del Aborto.

Las mujeres comenzaron a abortar para que en el pueblo no las llamaran putas. Eran los curas y las monjas de Gallardón (dice que es católico) los que las llamaban putas si parían solteras. Y eso le quitaba las ganas incluso a la más valiente de las mamis. Pero siempre ha habido y habrá mujeres valientes, y es por ello que unas cuantas putas decidieron parir solteras. Eran de izquierdas.

Hoy día, los curas y las monjas llaman putas a las mujeres pero no por parir sino por todo lo contrario porque les ha dicho Dios que una madre soltera es menos puta que una madre abortista, ¡una madre soltera ahora es una señorita de derechas como Dios manda!. Hay que ver cómo se moderniza la Iglesia... No se enteran de que las mujeres abortan porque les sale de los ovarios. Y eso, pese a quien pese, es una conquista social y un hito en la carrera hacia la igualdad entre hombres y mujeres.

Fin

Gallardón dijo que "ninguna mujer debería verse obligada a renunciar a la maternidad por un conflicto familiar, laboral o social" y que "van a estar más cerca de las mujeres más vulnerables". Me recuerda a lo que decía su Iglesia cuando proclamaba que ninguna mujer "debería verse obligada a renunciar" al sagrado sacramento del matrimonio por un conflicto familiar, laboral o social y prohibía el divorcio mientras aconsejaba a las mujeres saber encajar con elegancia las hostias del marido.

Gallardón ha hecho el ridículo con su Evangelio del Aborto según San Alberto porque siempre se hace el ridículo cuando se intenta intelectualizar o racionalizar las supersticiones de tus ancestros. Si quiere acercarse a la mujeres más vulnerables que empiece por fijarse en las 350.000 mujeres que mueren todos los años en el mundo intentando parir en condiciones miserables. A esas desdichadas mujeres nadie les pregunta si prefieren preñarse o conocer París. Afortunadamente, las "nuestras" ya pueden elegir. 

Católicos, por favor, no toquéis las narices más, que ya es bastate duro, para hombres y mujeres, renunciar a tantas y tantas cosas por tantos y tantos conflictos familiares, laborales y sociales con los que tenemos que lidiar todos los días. Qué menos que nos dejen renunciar a lo que nos salga de los hu**os.

Así es la derecha tradicionalista, tan hipócrita como siempre: ten muchos hijos, no te separes de tu pareja bajo ningún concepto, fíjate en lo bien que llevan los chinos lo de su esclavitud (qué productivos que son, qué competitivos y cuánto podemos aprender de ellos), no te llenes la boca con tantos "derechos" que te vas a atragantar, ¡la familia es lo más importante!... pero oye, si hay que ir a trabajar a Pernambuco pues te vas y que le den por el culo a tu familia que ya lq verás en Navidades... Lo de siempre: mantener a la masa controlada y en perfecto estado de reproducción.

¿Qué co**nes tiene que ver la promoción de la natalidad con el derecho al aborto libre y gratuito?. Llena España de guarderías públicas y machaca a los empresarios que discriminan a las embarazadas y ya verás cómo pronto volverás a ver el cielo lleno de cigüeñas.

Dicho esto, solamente me queda una cosa que añadir para Gallardón: Hasta la vista, baby!.

Retírate a Yuste, como nuestro Carlos I - V.

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