Bajo el paladar de tus gritos ( David Mariné )

Haz astillas la pianola que un día alguien te regaló y te frustró porque nunca aprendiste lo que es la música ni su ecuación de sonidos y silencios. Échala al fuego y calienta tus manos. El crepitar y la fascinación antigua por las llamas y las quemaduras son mucho más reales y urgentes que un puñado de melodías precocinadas por manos impostoras que nunca se jugaron las muñecas haciendo contrabando de miseria en tierra de hambrientos. Cómprate unos zapatos nuevos, busca el arrabal más abandonado de tu ciudad y salta sobre los viejos charcos de la podredumbre sin perder la sonrisa. Desgasta las suelas en el callejón nauseabundo aquel donde la oscuridad le ha dado una paliza a la luz y la prostituye a cambio de un puñado de versos. Siéntate en la silla de mimbre, junto a un desdentado viejo blusero,mientras afina la guitarra y aclara su garganta, escupe con brío y ríe. Mientras tanto, algún suspicaz espabilado te contará, al oído, que esa misma noche, un reputado embaucador interpreta a Liszt en el teatro del pueblo. Y que la gente vestirá con sombreros muy graciosos.
Para entonces, el fuego ya habrá devorado la pianola. El mordisco habrá llegado al hueso. La luz morirá despellejada por la sífilis. Tus zapatos se hicieron confidentes de las aceras donde nunca es domingo y la voz rota del viejo blusero te habrá empozoñado la sangre como la suave mordedura de una serpiente que oyes silbar pero no adivinas a ver...
Aceptas el trato. Riegas el compromiso con un trago de frío escocés con doble de sombra. Las calles son hermosas exhibiendo su brutal desnudez. La poesía es hermosa cuando se le baja los pantalones o la falda y se la acomete sin remilgos, sin la cicuta de los mercaderes...Como este grandísimo poema de David Mariné, a quien llamo hermano,contrabandista...



bajo el paladar de tus gritos

poeta:
agazápate en tu sombra,
en tu hambre,
en la revolución bolchevique de tu sangre.
 
escupe en tu propio suelo,
méate encima,
en la miseria de tus pantalones,
en la miseria de todas las veces que te alejaste,
en la miseria de todas las veces que te resististe a alejarte,
en la miseria de haber nacido hombre,
necio,
mentiroso,
egocéntrico,
pazguato,
tren de carga y noche,
inmundicia de corral,
encía,
combustión
bicarbonato.
 
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hoy hacer la revolución
es no llamar a tu madre
esnifar cocaína en bandejas de plata
-transportadas por enanos-
y prender todos los barcos que tiemblan bajo el paladar de tus gritos.
 
bebe poeta
bebe y sigue triste
como tu oficio
como tus orgasmos
como tu familia
como mi triste oficio
como mis tristes orgasmos
como mi triste
 
 
sadomasoquismo
 
y luego cierra los puños,
cierra los ojos,
cierra el cuchillo,
cierra los pájaros,
sobretodo los pájaros,
los putos y cansinos pájaros,
y todos los árboles de este planeta,
y el mecánico que te cobró 130 euros por repararte el coche,
y la chica que no te ha mirado en el metro,
y la cirujana herida que siempre cierra en falso
en la noche de tus disparos.
 
y el poema
sobretodo el poema
cierra el poema
y túmbate en tu lecho áspero
-con la agonía sardónica y prostituida-
enciende un cigarrillo,
haz con las manos sombras chinescas que reflejen tu media lengua,
y échate a temblar,
como exclamación sordomuda 
o héroe ametrallado a bocajarro.
 
poeta,
grito,
borracho.
 
grandísimo hijo de perra
imposible de dominar.
 
David Mariné



http://intemperanciaverbal.blogspot.com.es/2013/11/bajo-el-paladar-de-tus-gritos.html 





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