aprendo que el corazón, cuando deshiela



aprendo que el corazón, cuando deshiela,
arde con manera de hierro sobre su inmarcesible matriz,
mi corazón sobrevive al fuego locamente entregado al incendio.

verás que un día ya no habrá desemejanza
entre la expósita llama de nuestros faros y el hogar que ya borbota en el volcán;
tú y yo, muchacha de ojos de lumbre,
sobreviviremos a la existencia locamente entregados a la vida.


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