¿Por qué escribir?



Dice Paul Auster en su autobiografía Memorias de Invierno que algo malo debe de haber en el alma de un hombre para que dedique su vida a escribir. Aquí pretendo explicar las razones personales que me empujan a emprender esta actividad, tan complicada como apasionante, y conocer las motivaciones de otros escritores y lectores.
 
Concibo la escritura como la única forma de recuperar algo que estaba oculto en mí, o de descubrir algo nuevo que ni siquiera sospechaba albergar en mi interior. Si no escribo siento que algo se pierde por el camino, creo que yo mismo. La escritura es la huella que dejo en el mundo (en mi mundo) de los pasos que doy, una huella que necesito contemplar si no quiero verme abocado a una total desorientación.

El acto de relectura viene a ser una forma de releer tu vida. Es como descifrar tu sombra trazada con símbolos y alegorías por una mano extraña que es la tuya, ya que describirse directamente a uno mismo sería demasiado crudo, además de fallido. Así pues, la escritura es sobre todo la manera de descubrirme, de que no me aburra nunca de mí, de sorprenderme cada día cuando me planto frente al ordenador. Valga como ejemplo este texto, que surgió de modo inesperado y sin ninguna premeditación, a partir de una lectura de Mario Bellatín que ni siquiera entraba en mis planes: Underwood Portátil  

El deseo de escribir es una pulsión interna irresistible que no creo que me abandone hasta la muerte o hasta la vejez, como parece que le ha ocurrido a Philip Roth, quien declaró haber perdido el “fanatismo” por la escritura que ha guiado su existencia, tortuosa como la de todos los escritores. La prueba de que esa pulsión no es pasajera es que no desaparece ni en los mejores ni en los peores momentos, lo que demuestra que no es un sustitutivo de nada sino esencial en sí mismo. Es como un latido que me recuerda que sigo viviendo y evolucionando a cada momento, con cada palabra.

Si he de ser sincero escribo en primer lugar para mí, ya desde niño cuando mis temas eran los libros de Harry Potter, los videojuegos de Final Fantasy o la Tercera Guerra Mundial. No concibo la escritura como un medio para un fin, ya sea el dinero, el reconocimiento social o cualquier otro motivo. Soy partidario de perderme en el laberinto de mis ficciones, como predicara Borges. Pero también necesito al lector para saber que ese descubrimiento que la escritura me releva interesa a alguien y puede ser compartido. 

Esta es la mejor explicación que soy capaz de dar sobre mi vocación literaria. Aquí se recopilan las respuestas de numerosos autores a  tan trascendental cuestión (o no): http://elpais.com/diario/2011/01/02/eps/1293953215_850215.html Se trata sin duda de una cuestión muy personal. ¿Y tú, por qué escribes? ¿O por qué te gusta leer lo que otros han escrito?

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