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EL SISTEMA FOMENTA LA MEDIOCRIDAD

Publicado en 10 octubre, 2014 por en sanidad

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

¿Alguien se ha preguntado cuánto cobra una auxiliar de enfermería? He visto muchos debates en televisión, muchas noticias y reportajes, pero hasta ahora no he oído a nadie hablar lo que cobra una auxiliar de enfermería y preguntarse si vale la pena jugarse la vida por ese dinero. Yo sí he preguntado lo que cobra y me ha parecido un sueldo muy bajo, un sueldo con el que apenas se puede vivir con lo justo, con problemas para llegar a fin de mes (por ejemplo, si tienes varios hijos que mantener). Sí, hoy en día los sueldos no son una maravilla en general, pero eso no quita para que algunos trabajos estén mal pagados, o peor pagados que otros. Ahora quiero que piensen en un supuesto. Si esta pobre mujer sale del trance y vuelve a su casa (algo que todos deseamos, desde luego, aunque la realidad no lo ponga fácil), si vuelve algún día al hospital, a seguir trabajando… ¿Se volverá a presentar voluntaria para algo así? ¿Cuál será su implicación con su trabajo? ¿Una vez visto lo que le puede pasar, una vez visto que sus superiores últimos (los políticos que trabajan en el ámbito de la sanidad) son unos incompetentes, y, peor aún, que invariablemente le van ha echar la culpa a ella, se lo tomará con la misma abnegación, profesionalidad, disciplina, vocación, etc? Bueno, yo sólo puedo pensar en lo que haría yo en su lugar. Y desde luego la respuesta es no. Y supongo que muchos de sus compañeros estarán absolutamente desmotivados, decepcionados, con pocas ganas de ir a trabajar. Y me parece absolutamente normal. Van a pagar por los errores de otros (incluso puede que con sus vidas), nadie les va a agradecer lo que hacen, y encima les van a echar la culpa de todo… Dan ganas de tirar la toalla, por mucha vocación que tengas, por mucho que te guste tu trabajo… ¿Qué se puede esperar de un sistema que trata tan mal a sus trabajadores? Ahora viene una ministra a decir que «hay que dejar hacer a los profesionales». Sí, claro, cuando ya tienes el problema encima de la mesa. Lo lógico sería dejar hacer a los profesionales antes de tener el problema, porque luego ya poco pueden hacer, por muy profesionales y competentes que sean.

¿Cuánto cobraba un consejero de Caja Madrid? Un pastón. ¿Y en qué consistía su trabajo? Este es un simple ejemplo. Sabemos perfectamente que educación, cultura, nivel de estudios, honradez, decencia… que todo eso no tiene siempre una relación directa y lógica con el sueldo, con lo que se lleva uno a su casa a fin de mes. Hay gente muy preparada que cobra una mierda (perdón por la expresión, no se puede decir de otra manera), o que incluso está en el paro, y hay gente sin ninguna preparación (o muy poca) que no tiene bastante con ganar un sueldo indecente, sino que encima roba, mangonea, oculta, miente, defrauda y estafa todo lo puede. Bien, así están las cosas. Pero no pasa nada, los políticos de turno sonríen y dicen que hay que confiar en los profesionales, y que las cosas se están haciendo bien. No me extraña que digan eso. Cuando un político se ve en problemas su reacción natural suele ser mentir y desviar la culpabilidad hacia otros. Si no hicieran eso no hubieran llegado donde han llegado. ¿O por qué han llegado ahí, por su nivel de estudios, por sus doctorados y masters, por su extensa experiencia profesional, por su probada competencia en el sector? Más bien no. Más bien han llegado por sus amigos, por su capacidad de peloteo, por su disciplina de partido y por otras cosas que no nos han contado, pero que al final se descubren. Eso, pese a todo, no sería tan grave si se limitaran a reconocer que son unos ineptos y dejaran hacer a los que saben. Pero no. De los que saben sólo se acuerdan para dos cosas: para que les saquen las castañas del fuego, y para echarles la culpa de todo.

Y mientras hay gente que trabaja bien, que trabaja con ganas, que continúa empeñada en hacer bien su trabajo… Y que luego paga sus impuestos y es cívica con los demás. Y por la noche se sienta delante del telediario y piensa: «¿realmente merece la pena?, ¿no sería mejor limitarme a cumplir con lo absolutamente obligatorio, sonreír a mis jefes y no meterme en líos?». Señores políticos… Sigan machacando a la clase trabajadora. Sigan exigiéndoles más sacrificios al tiempo que se lo ponen cada día más difícil,  bájenles unos sueldos ya bastante bajos y quítenles todos los incentivos, no tengan en cuenta su opinión y desprecien sus conocimientos, descuiden el mantenimiento, la seguridad, cambien las leyes a su favor y a favor de los que les pagan (los que se esconden detrás de la cortina pero que jamás descuidan la oportunidad de aumentar su poder y su riqueza), y después, cuando todo se vaya a la mierda, entonces hagan lo de siempre, buscar un cabeza de turco que pague por ustedes. Así es cómo el sistema ha funcionado. ¿Quién dice que no pueda seguir funcionando durante varios siglos más? No se preocupen. Nosotros nos encargamos de que puedan dormir tranquilos.

 
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